Un fin de semana cuando menos curioso. Todo empieza a las 3:30 de la mañana cuando vas a la estación y coges un autobús que te lleva a Barcelona. Un ratico después sólo tienes que mirar por la ventanilla y ver pasar kilómetros y kilómetros de mar hasta que llegas a Mataró.
Y es que ahí tuvo lugar la #bodasalvaicris. Una ceremonia que vino después de un paseo con la mayoría de los invitados 2.0. Un paseo y posterior comida de picoteo en el que el Sol hizo estragos (en unos más que en otros).
Pero lo importante, la ceremonia, todos bien apañaditos y esperando los grandes momentos. Momentos sensibleros, momentos frikis, algún momento friki más, alguna que otra exaltación de la amistad… Vamos que seguro que no me equivoco mucho si digo que todos lo pasamos en grande.
Ahora a esperar más fotos.