Supongo que tendrá que cambiar el número de cosas que planificamos el día anterior, porque si ayer fue un día cansado con muchas horas de coche, hoy todavía hemos tenido más horas de coche. Y eso que hoy teníamos el día “vacío”. Creo que andar en compañía y sin mis cascos para esos momentos de “iluminaciones” los reduce drásticamente, pero desde luego viajar de esta manera me está enseñando muchas cosas. El tiempo de las cosas, la diferente reacción ante un mismo estímulo, ya sea cansancio o estar en un sitio único,… Una etapa diferente del viaje, pero una etapa especial, muy especial.
Hoy hemos empezado el día en la costa noreste (en un pueblecito cerca de la Calzada de los Gigantes) y hemos acabado cerca de Sligo, en uno de los entrantes de agua del noroeste de Irlanda. Por el camino hemos visitado la zona del templo de Mussenen (o como se diga, parece que fue ayer) y después hemos ido a ver Derry. Con el listón que había en el viaje, creo que ha sido la menos pintoresca de todas. Amurallada… pero demasiado ancha y perfecta la muralla; con historia, pero no con encanto. O ese ha sido mi punto de vista.
Después hemos ido a casi la punta noroeste de Irlanda atravesando un parque nacional (todo el mundo se aprende los nombres… Yo no, ¿por qué?). Las vistas de repente nos han transportado a las Highlands escocesas, y realmente las vistas eran preciosas. Una vez ahí arriba, bordeando la costa hemos ido hacia el sur hasta llegar a los Slieve Leage, que con unos 600 metros de altura (dicen) son los más altos de Europa. Las vistas impresionantes, de nuevo cerca del ocaso, de nuevo un colorido que las cámaras no pueden captar. Y de ahí carretera y manta durante dos horas hasta el hostal. Hemos llegado muy tarde y muy cansados… Se me ocurren varias soluciones, ahora habrá que comentarlas a ver cuáles hay en la otra parte ;)
Mañana el punto de mira estará en Galway. Así que un poco de carretera, y a ver cómo sale el día :)
Por cierto, que después de tantas cosas bonitas o preciosas que vamos viendo… Al final ese desayuno en el banco con zumo de manzana con gas (yo) en frente del mar… Pues ha sido un recuerdo que se queda clavado. Hasta mañana.