Esta mañana allá por las 9 de la mañana salía de casa para ir, dándome un paseo a mi primer día de trabajo en Zentyal. La verdad es que es un caminito muy majo que apenas me lleva media hora, pero que hoy ha tenido un sabor especial. Y es que por primera vez en muchos años no iba al Juan de Lanuza. Me he sentido raro, muy raro. En el fondo tenía ganas de volver y acabar con tantos proyectos que se quedan abiertos, pero Alea Jacta Est (sí, ¿no?) y había que encaminarse al BSSC de la Plaza del Auditorio.
Mientras caminaba pensando en esas cosas se me ha venido a la cabeza la cantidad de cosas que han cambiado en mi vida en los últimos meses. Si durante todo el año pasado intenté cambiar mi mentalidad y algunas cositas en mi vida, todo ello parece que desembocó en unas ganas de cambio, de tomar un poco las riendas con decisión. Primero la mudanza a la Miky’s Lair. Después decidí que no era el momento de escribir en Genbeta. La soltería llegó poco después. Se remató con este viaje por UK e Irlanda que ha cambiado mucho la forma en la que veo las cosas. Y por último ha llegado este cambio de “trabajo principal”.
Me planteaba que quizás eran demasiados cambios en poco tiempo. Pero son cambios que me están enriqueciendo como persona, son cambios que me han abierto muchísimo los ojos. Unas veces le he echado una buena dosis de eggs, ¡viva El Gancho! otras veces ha venido acompañado de reflexiones y más reflexiones. Pero ahí estaba, andando por la mañana hacia una nueva aventura. Mochila al hombro, como este verano, pero con otra motivación, ¿seguro?
La verdad es que el entorno de trabajo es muy diferente. Alrededor tienes todo lo que puedes necesitar: bares, supermercados, piscinas, pistas de pádel, tiendas, tranvía, … El BSSC es un espacio diferente, desgraciadamente cualquier cosa es diferente a un colegio, pero desde luego el Colegio me ha enseñado a disfrutar del entorno, y espero hacerlo. Y mis compañeros son diferentes. Todavía no conozco a todos, pero esto va a ser enriquecedor. Desde luego que se echa de menos a los peques, todavía me cuesta imaginar que no voy a darles clases, o que no voy a ser un abusón jugando a basket en los recreos. Desde luego que se echa de menos a esas personas que seguro que hoy me han echado de menos también.
La realidad es que estoy empollándome Zentyal, peleándome con el portátil (que tenía para el arrastre) y con las máquinas virtuales (y con el portátil otra vez, jeje). Pero todo va diferente, hay bromas, comentarios por el chat de empresa, y cuando levantas la cabeza hay más luz, más espacio, gente trabajando con auriculares… ¡incluso yo puedo! Me esperaba más cosas, pero llegarán. Y si no llegan, ya he aprendido muchas cosas en este año, y sé que haré que sucedan (o lo intentaré).