Un año al garete - Sorry, muy largo y personal
Miguel Julián
por Miguel Julián
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Hace unos días llevaba en mente sentarme un ratito en el ordenador y escribir algo para cerrar el año. Pero esos momentos de inspiración pasan, la verdad es que esos momentos son maravillosos, supongo que son esos momentos que buscaban grandes artistas y científicos (de diferentes formas). Al final también parte de la gracia está en saberlos hacer llegar. Propinarse chutes de sensaciones y emociones en el lugar y momento adecuado. Desgraciadamente también desaproveché esos momentos. Así que sólo queda la última que conozco, escribir y re-escribir el primer párrafo hasta que entro “en sintonía” con la música y el teclado.

El año empezaba con la mudanza a la Miky’s Lair y una idea bastante clara (mentira!) en la cabeza. Vivir mi vida. Después de haber participado en el curso-máster sobre coaching sentía que necesitaba una vuelta de tuerca más, y esas sensaciones tardaron en llegar, pero llegaron sin casi pretenderlo. Es como si me hubieran hecho tragarme toda mi vida, todo el mundo que me rodeaba, y semejante ingesta me hubiera provocado un empacho, y me hubiera obligado a vomitarlo todo de forma que muchas cosas ahora estaban ahí delante, a la vista, estaba claro que no me habían sentado nada bien.

Uno mismo cambia y todo cambia a su alrededor. El problema siempre está en uno mismo, ¿alguien lo dudaba? Y todo esto me ha llevado a dejarme llevar un poco a la deriva con ese “Let this river flow”. Muchos aspectos y personas de mi vida han salido reforzado, pero otros muchos simplemente han divergido. Todo tomaba algo de sentido, poco a poco me empezaba a sentir “alineado” conmigo mismo. Pero faltaba algo, y como siempre alguna frase vuelve a marcarte, y ese “Low expectations” me ayudó en el día a día.

Gente que no saca tiempo para responder un email y hacerte un pequeño favor recomendando un libro. Gente que no es capaz de preocuparse por ti. Gente que no comprende lo que intentas y te mira, y trata, como un bicho raro. Gente que “te escupe” sus propias limitaciones cuando estás con ellos. Pero el problema no estaba en esa gente, como siempre, estaba en mí. Y cuando te planteas escribir un algo sobre el año que acaba, empiezas saboreando momentos y acabas echando de menos a algunas personas.

Todavía quedan muchas batallas que pelear. Pero creo que este año, y sobre todo los últimos 8 meses han sido los más largos de mi vida. Mucha intensidad, muchas cosas nuevas, muchos cambios. De repente todo parece muy claro, todo está cristalino, la vida parece cobrar sentido por unos momentos, pero pones el foco en el presente y lo único que siento es decepción… Low expectations! Habrá que escribirlo para que no se olvide.

Muchos momentos regados con grandes momentos personales y como profesor (inolvidables) en el antiguo trabajo. Mucho crecimiento personal y la certeza de qué partes me gustaban y cuáles me disgustaban. Grandes momentos padeleando, esguince y raspazo allá por abril (sí, todavía hay marca) incluido. Música, algo de teatro, la decisión de vivir sin papel (en la medida de lo posible). Y después muchas más emociones con el cambio de trabajo. Pero en pequeñas dosis, aquí va algo un pelín cronológico:

  •  Primera Nochevieja en mi nueva casa.

  • Curso de monitor de tiempo libre (y manipulador de alimentos, ¡ojo!), grandísimas personas por allá.

  • Empezar las caminatas.

  • Abandoné el barco de Genbeta. Aprendí un montón y conocí gente imprescindible.

  • Viaje a Budapest con los amigos.

  • Boda en Mataró (se echa de menos a la mesa 2.0 xD).

  • MotoGp (Montmeló).

  • Formula 1 (Montmeló).

  • Boda en Zaragoza (con probetas de zumo incluidas).

  • Nuevo estado civil: soltero 100% (y casi de oro).

  • Caminata por Madrid y La Aventura del Espacio. Mucho que pensar.

  • Concierto de Sonata sin billete de vuelta. Gran noche de acogida y mejor desayuno con esa persona que “ganó una ceguera”.

  • Adventure Camp ‘12: Papa-Panda returns. Y esta vez sabiendo lo que se cuece. Y Dj de la final de la Euro, Taca-tá.

  • Viaje a Peñarroya, el primero de la mochila. Risas y deporte. Y un despertador.

  • Viaje por UK + Irlanda: London, Oxford + Tolkien, Bath, York, Manchester, Liverpool, Chester, Newcastle (el mejor fish&chips), Durham, Pynemouth, Hadrian’s Wall, Alnwick, Edimbourg, Louder en fiestas (y vodka irn-bru), Edimbourg, Arthur’s Seat, Highlands, Skye, Loch Ness (y mi amor platónico), Manchester, Dublín, Giant’s Causeway, Letterkenny, Galway, Moher Cliffs, Ring of Kerry, Typperrary, Manchester, Williams F1, London, London, London, London, London, Canterbury, Carnaval de Nottin Hill, Greenwich, Richmond, Stonehenge.

  • Tattoo.

  • MotoGp (Motorland).

  • Cambio de trabajo.

  • Ruta de los Monasterios (Poblet).

  • Valencia Pádel Pro Tour.

  • Semana por Valencia y Barcelona.

  • Muchas cenas.

  • Navidad.

Muchas cosas se quedan en el tintero, o algunos pequeños detalles. Pero sobre todo me dejo ahí a grandes personas que han estado conmigo durante este año. Porque si bien es cierto que unas cuantas me han decepcionado, otras muchas se han erigido como grandes aliados. Y otras muchas han pasado fugazmente para aportarme mucho. Muchas experiencias vividas y compartidas.

Sólo espero poder descubrir, o re-descubrir, a tantas o más personas durante este año. He tenido grandes charlas, charlas que me han permitido darme cuenta de muchos errores, y otras que me han hecho reafirmar mis puntos de vista. Espero poder darme cuenta de muchos errores más. Espero que una charla vuelva a generarme dudas. Espero poder seguir aprendiendo. Espero seguir pudiendo tener momentos como los bailes en la Pineapple Tribe. Reflexiones como la del metro de Richmond. Charlas como las del Arthur’s Seat, Oxford. Charlas constructivas con la Sra. E. Emails adecuados en el momento adecuado del Sr. R. “Intimidades” de la Sra. N. Juergas de la Sra. M. Puntos de vista del Sr. P a altas horas de la noche antes de dormir.

Perdón, no espero nada. Low expectations. Pero todo lo que llegue será bienvenido.

 Because change happens! Because we can! Low expectations!