Últimamente no tengo ni muchas ganas, ni mucho tiempo para escribir. Vaya una vida ajetreada y vagoneta que estoy lleavndo. Muchas cosas que ir pensando, muchos cambios que parecen inminentes. De repente todo se detiene para acelerarse al ritmo de una ardilla después de beberse un Red Bull (me encanta esa escena de la peli). Tengo muchas ganas de hacer cosas… pero tampoco muchas, con la calma.
Eso sí, este fin de semana he vuelto a irme de parranda. Empiezo a entender a la gente cuando dicen que sólo trabajo y viajo, va a ser que al final tienen razón, pero prometo que hago otras cosas. Esta vez el plan tenía que ser bueno, “playa y motos”. El tiempo ha acompañado, tal vez incluso demasiado. Creo que nunca lo he dejado por escrito, pero he de confesar que me encanta la playa… pero por las tardes.
La playa por la mañana es un poco asquete (si no es a primera hora para andar sobre la arena fresquita, que entonces mola mucho). Pero cuando va todo el mundo… es un poco agobiante. Gente. Gritos. Niños everywhere. Arena que quema. Sol que abrasa. Nada que ver con la playa por la tarde. Siesta que desemboca en un bañito tranquilito, la gente está más tranquila, la arena no quema, el sol tampoco quema… incluso a veces refresca un poquito y toca disfrutar con la camiseta, rebozado por la arena.
Estos días ha habido playa por la mañana y por la tarde, así que no me quejaré. Música y autistamiento por las mañanas. Relax y paz por las tardes. He de admitir que últimamente le estoy pillando el gustillo a estar en la playa “sin hacer nada”. Música si hay mucho movimiento, un libro, una sombrilla, un poco de malabares… sólo faltaba gente para echar un partido de volley.
Toda esa relajación para estar un poquito más moreno y tranquilo esta semana. Toda esa relajación para ir a ver “las motos”. Tampoco fuero súper apasionantes, pero tampoco estuvieron mal. Son mucho más agradecidas de ver que la F1, son bastante más emocionantes (estadísticamente), el ambiente es diferente… y ganó Lorenzo. No está mal. Supongo que hasta septiembre no va a haber más motor en directo (tengo esa espinita clavada con Spa, “presiento” que algún año caerá). Así que habrá que conformarse con verlo por la tele.
Por cierto, ya hemos pasado la mitad de junio y no he planificado nada de mis vacaciones. El gran plan de irse a Cambodia seguramente se vaya al garete. Se abren pequeños planes que también me resultan atractivos. Empiezo a plantearme un viaje en coche de Italia a Suiza como una buena aventura (solito o acompañado, me da igual). El plan de ver auroras boreales a final de año también empieza a atraerme.
One more thing. Después de un año y medio sin coche tengo una cosa clara: “Se puede vivir sin coche y me siento bien por haberlo conseguido, pero lo echo de menos”.
| Post escrito mientras escuchaba Celldweller: http://www.youtube.com/watch?v=hQg4C5l9aPk | http://www.youtube.com/watch?v=JkCUJdmUarw |
De nuevo ha vuelto a hacer Calor, la verdad es que estoy teniendo suerte con los fines de semana elijo para moverme.