La leche, pues si, hasta me lo he debido de pasar bien.
Gracias a nuestros huéspedes: David y Yeni nos propusimos un viajecito a Ginebra (sí, a Suiza…ya era hora de que estuviera por allí, ¿no?). El plan fue fácil:
- Un primer acercamiento al Cern (acelerador de partículas, sí, el de Ángeles y Demonios)
- Ir a ver el centro “histórico” de la ciudad de Ginebra (la catedral, el banco más grande del mundo, y las calles cursiosetas)
- Llegar al tiempo al Cern para una visita de las buenas. En un grupo de 6 personas bajamos a los túneles, abajo a 150 metros, pasando puertas que vigilaban tu nivel de radioactividad, y viendo uno de los cacharros más grandes del acelerador.
- También nos faltaba volver a Ginebra otra vez, pero esta vez a ver la zona de las Naciones Unidas, la OMS…
- Y ya de paso, aprovechando que eran fiestas, fuimos a la zona del lago para ver unos PEASO de fuegos artificiales.
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Pero aún pudimos hacer más cosas. Volver al Cern y comer en la cafetería, volver a Ginebra y asistir a una exhibición de vuelo acrobático…cenar en un chino, ir a un mercado de comida con un montonazo de verduras raras, visitar una tienda de importación japonesa, desayunar en una cafetería/panadería…una cesta de pan que te…cagas.
- Y aún más. Visitar el Jardín Botánico que, sinceramente, me encantó.
Moraleja…que no nos lo pasamos nada mal :) Y ahora unas cuantas fotos. Que sé que son lo que siempre estáis buscando por aquí. Fotos, fotos y más fotos.