El año pasado por estas fechas me encontraba enfrentándome a una entrevista de trabajo en la Agencia Espacial Europea. Para bien o para mal, la cosa no prosperó (éramos 4 pretendientes, y seguro que lo tuvieron claro, pero se equivocaron, jaja).
Pero este año tocaba seguir con mi lista de destinos por ver. Después de la visita relámpago a Galicia, y de quedarme con ganas de volver por tierras gallegas con coche, o alquilando uno… Granada fue el destino.
La cosa empezó como a las 3:00 AM del viernes 5-M. Y como a las 7:00 llegábamos a la estación de Avda. América de Madrid. Reseñable encontrarme con la que será una de las series del año (seguro, o eso espero). Y con una peli que se refleja en el casco de la que espero muchas risas (habiendo cabras de por medio, tiene que ser buena):
Y después de un ratico, como a las unas 5 horas y pico de bus llegábamos a Granada. ¡Olé! Toma machada. La ciudad…pequeña. Con muchas cuestas, según rezaba la wikipedia, o un folleto “La ciudad sigue el esquema de ciudad-colina”, no hace falta que lo jure, no. Subir al Mirador de San Nicolás (u otro santo) merece la pena. A mi me gustó el ambientillo con los hippies y sus perros patadas, cada uno a su rollo…lo debo llevar un poco dentro, pero habría pagado por tener ahí los bártulos de malabares ;-) Lo de las teterías, callejones con tiendas moras, gitanas del romero (o tomillo o lo que fuera), algún que otro mimo sorprendente, la verdad es que tiene pinta de ser una ciudad de pillarte una Séneca y disfrutar.
Un buen finde, cansadillo, pero genial. Por cierto, en principio el viaje tenía un objetivo, la Alhambra, y no me decepcionó. Aunque he visto cosas más impresionantes (por unas u otras cosas). Agradezco cualquier comentario con futuros destinos para dirigir mis proletarios pasos. Os dejo con fotillos muy de mi estilo, entre graciosas y bonicas. Seguro que por otros lares encontráis muchas más :P