Hay ocasiones en las que conoces a alguien y sientes que hay algo extraño. Extraño pero agradable, como si ya existiera un vínculo, lo típico que se dice: “es como si nos conociéramos desde hace años”. Básicamente, por alguna razón que todavía no comprendo: encajas.
Luego hay otras ocasiones que cuando estás delante de otra persona notas que está iluminada, que es una persona especial, que tiene algo más que el resto de los mortales no tenemos.
La combinación de los dos párrafos anteriores es Enhamed Enhamed. Un deportista con una pequeña ventaja: es ciego. Lo conocí hace unos meses, y hoy hoy he tenido la oportunidad de compartir un desayuno-comida extraordinario. Que sea un deportista de élite no es su mayor virtud… Todo lo demás que lo rodea sí que lo es.
Y que te lleve él a tu metro y no al revés no tiene precio. Espero que sea el primero de muchos encuentros.
