La verdad es que estas locuras, de vez en cuando, no están nada mal. Trabajar hasta las 17:30 y salir volando a la estación para pillar un AVE a Madrid para ir a un concierto de In Flames puede parecer una tontería… Y seguramente lo sea, y eso pensaba hasta que empezando a hablar con un par de chavales, todo el grupo alrededor nos presentamos y había gente que venía de Málaga, Valencia y Guadalajara. Eso debe significar algo, y luego dicen que el mercado de la música va para abajo porque la gente se descarga los discos. Sinceramente, cuando escucho eso se me revuelven las tripas, y lo de ayer fue una muestra de que cuando se hace buena música, te haces 700 kilómetros y te dejas una pasta elegante para disfrutar de un concierto en directo.
Y es que el concierto fue “brutal”. Hacía mucho que no brincaba, cantaba y empujaba en un concierto… Y la banda me encantó cuando interactuaba con el público, subiendo a gente al escenario, y bromeando con todos. Muy divertido. Además el Sr. Anders o finge muy bien o sabe devolver el calor del público, y por un momento sientes que estás en un lugar especial.
Bueno, después del concierto tocó socializarse un poco con unos amigos y sus amigos… Pero me dejaron dormir en su casa, así que aún tengo algo de dinero para lo que espera este finde.
