Cuando los días empiezan pronto y terminan tarde se hacen largos. Y es que días como estos hacen que el viernes pasado me parezca lejano en el tiempo. Hoy es tarde, y no me siento muy filosófico, así que no voy a alargarme mucho (o sí, quién sabe).
La idea era levantas 7 de la mañana. Bajar la colina de Bathwick con la mochila e ir andando a la estación de tren. Todo bien, para poder seguir el plan pensado. Coger un tren a York y de York ir a la casa de el Sr. A para pasar un par de días en Manchester.
Y en Manchester estoy. Así que todo ha ido bien. Después de más de 6 horas de trenes he podido darme una buena ducha, he hecho la colada (hemos) y he podido hablar un buen rato en español. Aunque no me doy cuenta, me paso todo el día hablando inglés, como por ejemplo hoy en York.
York es, a día de hoy, la ciudad que más me ha gustado del UK. Tiene un encanto medieval que no ha tenido ninguna otra que le da un sabor especial. El centro de la ciudad casi completamente amurallado (y puedes andar por las murallas), las puertas de la ciudad (o bar, en lugar de gate. Que gate es street… vaya lío, yo me entiendo), el pasado romano y las ruinas que lo atestiguan, el castillo, los olores, …
Londres, Oxford, Bath y York. Cada una con su estilo, pero todas ellas preciosas. La verdad es que vista con perspectiva Bath tiene mucho más encanto del que supe escribir ayer. Eso sí, Oxford y York son ciudades que tienen una esencia especial, única. Algo que, a mí, me ha llegado.
De Manchester poco o nada he podido ver. Hemos pasado una buena noche divertida amenizada por gente desconocida pero muy agradable. Con un buen recuerdo imborrable y divertidísimo, supongo, de esta noche.
Mañana la idea es no madrugar demasiado. Buscar información y después salir hacia Liverpool, para poder saborear el regusto a Beetle que debe tener la ciudad. Sin duda habrá que comprar algo para el Sr. R. (Por cierto, que ya tengo un par de cosas para la Sra. E y la Sra. C).
Hasta mañana :-)