Este viaje es increíble. Parece mentira pero el nivel de lo que vemos y hacemos se sigue manteniendo pese a que el listón es muy alto. Esto de viajar “en grupos de dos” es muy curioso, se cuentan muchas cosas, se comparte todo, se respeta y comprenden las diferencias, y al final todo se acaba sincronizando (o casi…). Hoy ha habido un momento en el que estaba andando en la calle, solo porque iba a buscar una cosa al coche y.. Qué extraño es esto de andar solo (y en cierta medida creo que lo necesitaba). Ya casi se ve el final de esta etapa y la verdad es que me da mucha pena, ojalá pudiera estar dando vueltas por aquí con el Sr. A unos cuantos días más ;)
Esta noche al parecer han conocido mis famosos agitares nocturnos que de vez en cuando aparecen, pero parece que “una tos fuerte ha sido suficiente”, me alegro, la verdad porque no me guata nada molestar a los demás cuando duermen. Después de dormir un poquito más de lo estipulado nos hemos puesto en marcha para ver la zona kárstica de The Burren. La verdad es que la zona es muy chula, como dice la guía: son unos paisajes lunares, igual no tanto, pero sin duda alguna merecen la pena. Además hay alrededor “4 piedras mal puestas”, también llamadas dólmenes y otros tipos de enterramientos viejos (o lo siguiente).
Pero la guinda del pastel volvía a estar para el final. Esos acantilados que salen en la peli de La Princesa Prometida, Los Acantilados de la Locura. Esas escenas míticas (al menos para mí) estaban ahí delante. La verdad es que son los más espectaculares que hemos visto. Igual no son los mas grandes, pero el poder andar por el borde, el ver a la gente al otro lado, pequeñas como hormiguitas, todo eso hace que el panorama fuera espectacular. Todo salteado con castillos, vistas y risas. Genial!!
Mañana al Ring of Kerry! Y ahora a la cama, perdón por escribir poco, pero es tarde y me esperan :))))