Penúltimo día de nuestro periplo, viaje o panzada de coche por Irlanda. Mañana ya nos pondremos en dirección a Dublín, directamente al aeropuerto, donde dejaremos el coche y volaremos de vuelta a la isla grande. A las Pounds, al inglés y a mi última etapa del viaje que poco a poco se desvanece delante de mí.
Hoy ha sido un día relajado, más que otros pero también muy interesante. Desde Kilkerry, donde dormimos anoche hemos salido a dar la vuelta por esa región que llaman The Ring of Kerry. Que principalmente son unos 60-80 por kilómetros por una carretera de montaña que de vez en cuando sale a la costa y te maravilla con unas vistas geniales. Ha sido un día variado, de nuevo castillos, abadías abandonadas (posiblemente la de hoy la más chula, aunque medio derruida) y vistas impresionantes. Fotos infinitas, música y momentos para encuadrar.
De hecho esa comida preparada en el Ladies View, una especie de balcón desde el que se domina un valle con lago, dentro del coche que miraba hacia el valle mientras fuera empezaba a caer todo el agua del mundo… Música, de Héroes del Silencio, los limpias a tope, aire acondicionado y el mejor mega-bocata de jamón y queso que ha visto la humanidad (dejando aparte la mostaza, que picaba un poco-demasiado). Esos momentos a mí me encantan, sin duda para enmarcar.
Después de hacer tantas fotos lo único que se puede pensar es que la belleza y contraste de estos sitios no se puede captar con ellas. Supongo que habrá cámaras muy buenas que alcancen a ver todo lo que podemos ver, todos los matices de los paisajes los diferentes niveles de profundidad. Pero por ahora las cámaras no pueden grabar ese “sabor” que tienen todos estos sitios maravillosos. Así que a la vuelta os tendréis que conformar con eso :)