Después de deleitarnos con la mejor cena de todo el viaje, unas pizzas bien ricas y baratas, tocaba dormir para despertar en nuestro último día por Irlanda de este viaje. Hoy ya escribo estas líneas desde el aeropuerto de Dublín, a un par de horas para que salga nuestro vuelo para Manchester. Todavía no tengo muy claro lo que ha pasado en este viaje, han sido 9 días muy intensos, pero en los que no ha habido demasiado tiempo para mirar atrás o reflexionar. Ha sido un viaje en el que hemos sabido adaptarnos a todo lo que se nos ha ido viniendo encima, y sobre todo un viaje en el que hemos compartido de todo. Momentazos, mega momentazos y simplemente momentos, todo ello con mucha compresión y buen humor. Fantástico, gracias Sr. A.
Hoy hemos madrugado un poco, las pizzas parecía que todavía estaban en la hormigonera, pero había que ver unas cuantas cosillas. Algún castillo, como el de Cashel o el de Blarney, pero sobre todo había que hacer una parada técnica en Tipperary, la razón porque ha sido una banda sonora que hemos llevado a lo largo de todo el viaje, y todo inspirado por una antigua peli… ¿Cuál? Eso ya es cosa vuestra. Y no, no es Titanic ;)
Después de todo eso ha tocado una parada técnica en Kilkenny, una parada cargada de vagueza y sol. Así que ha tocado relajarse, comer, descansar y disfrutar de la ciudad. Luego un poco de carretera y a devolver el coche. Todo muy fácil, otra vez con esa sensación de “demasiado”. Espero que nos devuelvan los depósitos que pagamos.
Mañana? No se lo que voy a hacer, así que mañana os cuento. Pero mi intención es irme a Londres dentro de nada ;)
