Hoy he decidido quedarme en casa mientras espero a que venga un paquete. Por fin he puesto orden en las fotos que había hecho durante mes y medio. Me gusta que el iPhone 5 tenga es punto de calidad en las fotos (cuando hay luz). Aprovechando que no tengo el portátil con todo el tinglado montado por aquí, saco unos minutitos para escribir, que hace mucho que tengo ganas y no lo he conseguido.
La idea inicial era escribir sobre una buena semanita que pasé con el Sr. P. Empezaba el domingo por la tarde, cogíamos un autobús hacia Valencia donde íbamos a pasar unos días durmiendo en la casa del Sr. T y trabajando desde “La Cueva” de los amigos BeCodeMyFriend. Acogida calurosa por la estufa, y fría por el clima, pero realmente nos pudimos ir sintiendo poco a poco como si fuera nuestro puesto habitual de trabajo, como unos más.
Hice mis primeras katas de programación y al final metimos más horas de las que debíamos para Zentyal. Al respecto tengo una teoría, pero me la voy a ahorrar que este no es el sitio ^_^ Estar en un entorno diferente te abre mucho los ojos, y desde luego, gracias a la gente de BeCode y al Sr. P** fueron unos días muy provechosos y motivadores**. Todo aderezado con la presencia del Sr. T como anfitrión que nos regaló un gran colofón el último día.
Pero el último día era miércoles y el Sr. P y yo pillamos otro bus para ir a la Barcelona Developers Conference 2012. Allí nos íbamos a alojar en un hostal (un pelín paradete), y con la mochila de nuevo en los hombros, de nuevo tenía un montón de sensaciones que echaba de menos. Muchas charlas, unas útiles… otras menos, tres camisetas nuevas, cervezas gratis. Pero** sobre todo personas**. Charlas nocturnas con el Sr. P, comidas y cenas con el Grupo Ágil (por llamarlo de alguna manera xD), el re-encuentro con el maravilloso Comando Catalán…
La verdad es que tenía ganas de ver a otras personas, pero la agenda fue muy apretada. Cuando voy por esos lares nunca sé cómo actuar. Me habría apetecido un montón dar un toque a la funky Little Sra. L y otros muchos, pero espero que venga otra oportunidad pronto. La cosa terminó con un AVE de oferta de vuelta a Zaragoza. Muchos recuerdos, muchas, y geniales, personas nuevas. Sin duda una experiencia que se puede repetir… perdón, ¡se debe!
Se me quedan muchas cosas en el tintero… espero escribir esta semana otro un poco más íntimo y personal. Reencuentros, pádel, dolores, reflexiones, paseos con el Sr. A, buenos momentos familiares, vida social, trabajo, expectativas, … Y todo eso me ha venido al organizar unas cuantas fotos… Sigo con esa sensación de no tener mi vida alineada con nada, pero lo que tengo claro es que la estoy disfrutando.
Pese a esa conversación en la que hablaba con el Sr. A sobre mi sensación de estar encadenado… vuelvo la vista atrás y, de repente, me siento libre. Si ahora me siento encadenado, ¿cómo narices estaba hace un año y poco? Let this river flow.