Últimamente no doy pie con bola. Yo pensando que una escapadita a Valencia para ver a los cracks del padel iba a ser muy tranquila, y en efecto, así lo ha sido. Eso sí, a la historia le puedes poner tantas especias como quieras.
Ir al Ágora y ver ese despilfarro de dinero creando cosas bonitas ha sido chulo. Ver a los mejores jugadores del mundo hacer cosas espectaculares incluso más. Pero como siempre andar liado con dos buenos amigos no tiene precio.
Es cierto que las personas no siempre sorprenden. Pero siempre puedes tensar un poco la cuerda para ver cómo nos vamos amoldando unos a otros. No me llevaría conmigo la fiesta que quería, ni las locuras más grandes (alguna pudo caer, claro), pero me llevé una buena viciadilla al Guitar Hero acompañado de una buena batería.
La verdad es que ha sido muy cansado. Buses, muchas horas de padel y cenas infinitas. Pero oye, algo de tiempo para pensar en todo un poco. Pero por encima de todo me preocupan mis brazos y mi tobillo. Habrá que seguir mejorando. As always.