Sardinia '13 - Un oasis en mitad del desierto
Miguel Julián
por Miguel Julián
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Miguel Julián - Miky - Cerdeña (Sardinia)

Ya de vuelta de la escapadita por Cerdeña (o Sardinia en inglés, que casi me he acostumbrado) todo se ve un poco raro. Parece muy lejana esa semana pasada agobiante y cansadísima. Llegué el viernes por la tarde sobre las ocho y caí rendido hasta las diez o así. Tocaba prepararse la maleta (hate it! quiero mi mochila!).

Un viaje animado con millones de llamadas de teléfono. Aquaplaniiiiiiiiing! Un tiempo en el aeropuerto de Alghero. Un rebaño de vacas. Coches alquilados. Un paseito. Una cena muy rica. Unas copas en una terraza improvisada. Unos bailes. Una estrella fugaz. Un momento de inspiración a la luz de la luna. Un poema que recuerdas. Un follón.

Un desayuno en la terraza. Una espera aburrida por lo más importante. Escaleras (la wikipedia dice que 654). La Gruta de Neptuno (impresionante). Escaleras, ahora hacia arriba (654). Parada en la playa, al atardecer. Baño frío. Baywatch. Risas, sumos, más baños. Reflexión. Mosquitos. Cena de pizza en la terraza. Charlita animada. En Cerdeña todo mola más.

Camino a Cagliari. Playas y vistas varias. Viento. Charla encima de un búnker (un lugar como otro cualquiera, claro). Comida con glamour, con su gato y su Lamborghini incluido. Más viento, Tharros. Más coche. Lluvia. Cagliari. Cena con su “carrito”. Guinness. Cacahuetes. Azul. Oveja. Cabra. Mariposa. Perro. Gaviota. Burro. Gallo. Cerdo. Walking Dead.

Desayuno bajo la palmera. Coche. Playa. Otra playa. Baño. Chiringuito. Rocas. PLAYA. Siesta. Vuelta a casa. Compra. Barbacoa. Sobremesa. Una cama. Dos camas. Tres camas. Un madrugón. Y… un viaje de vuelta.

Y eso que de repente estás mirando el mar por la noche, con la luna reflejándose y se te viene a la memoria un cachito de un poema que habías leído hace muchos años (MUCHOS). Y la pregunta no es porqué, ni un para qué, sino un quién, y la respuesta que aparece parece imposible, lejana y cruel.

porque eres mía porque no eres mía porque te miro y muero y peor que muero si no te miro amor si no te miro

Acostumbrado a viajar más o menos solo, de repente me he encontrado rodeado de siete personas. Human beings como dirían otros. Y sin buscarlo me veo reflejado, a veces reflejado en un espejo que no me gustaba, a veces en eso mismo que intento evitar. Es duro, pero hay que aceptarlo y reconocerlo.

Pero también es cierto que muchas cosas han cambiado por mi cabeza en los últimos meses. Han aparecido nuevos miedos. Pero también nuevas metas, nuevas formas de ver la vida, o mejor, nuevas formas de disfrutarla. “Nunca llueve a gusto de todos” dicen por ahí. Pues bien, si llueve te cobijas o te mojas; y hagas lo que hagas yo pienso disfrutarlo. ¿Te unes?

¡Gracias a todos por estos días!