Creo que hoy ha sido el día que más he dormido de todo el viaje. Me he levantado a las 8:30, y ahí no ha acabado la cosa, no he salido a la calle hasta las 10 y pico. Con tranquilidad, una duchita, buscar información para estos días, para el viaje por Irlanda y luego a la calle.
Por ahora el día ha sido tranquilo. Pasear, ver cosas, sin demasiadas expectativas, casi patear por patear. Manchester es una ciudad que huele a nuevo, todo lo contrario que Liverpool (excepto la First Street, que sí que huele a nueva). Paseas por la ciudad y hay actividad del día a día de la gente de aquí. Muchas oficinas, muchos pubs grandes, edificios modernos de cristal y bonitos rincones por los que perderte.
Hoy el día lo he divido en tres partes. Primero visitar el MOSI (Museo de la Ciencia) que también tenia un añadido de aeronáutica. Por lo que había leído me tenia que gustar, y no me ha defraudado (bueno, un poco sí, low expectations!!!). Una nave industrial con motores funcionando de diversos tipos, una locomotora de vapor funcionando, una estación de tren que parecía de película, algunas cosas interactivas en torno a la energía y una nave con coches, motos, bicicletas, aviones y derivados de todos ellos. Muy divertido pasear y ver aviones grandes, pequeños o enanos como el de los kamikazes. La verdad es que ha sido una visita muy larga, pero muy productiva. Ah! también se pueden ver los sistemas de saneamiento de aguas originales de la ciudad y más cosicas. Muy bien.
El segundo punto del día consistía en ver piedras. Ir al centro y ver alguna iglesia, la catedral y esas cosas. Que se ha convertido en un “tengo hambre, voy a comer algo, oh! mira cuánta cola, como después. Tengo hambre, voy a comer, oh! mira cuánta cola, da igual, a comer. Vaya, esta cola avanza rapidísimo, esto en España no pasa…….”. Y después de comer en una plaza típica de Manchester detrás de la catedral ha empezado a venir un viento gélido que me estaba dejando pajarito. Así que he entrado a verla por dentro (nada reseñable salvo que estaba llena de flores, un tipo tocando el piano y me han cobrado por verla… sssssssugar!!), pero alguna foto chula se podía sacar (yo no, jejeje).
Lo último que quería hacer era ir a Old Trafford, Theater of Dreams según un tipejo ;), y para ello primero ha habido otra horita de caminata hacia la zona que parece que ahora se pone de moda, los Trafford Quays. La verdad es que el estadio bastante más espectacular que el del Liverpool. Pero la tienda bastante más cara…. (que ya es decir).
Hoy es pronto, todavía queda mucho que rascar, pero hasta aquí todo el pescao vendido. Mañana más. Todavía no tengo muy claro qué voy a hacer, pero la ciudad de Chester tiene muchas papeletas. Seguramente el domingo ya me vaya a tierras de Newcastle… ya se verá.