El año pasado fuimos el Sr. J y yo al Hellfest. Mi primera vez en un gran festival heavy, y la verdad es que fue un gustazo. Algunas cosas me gustaron un poco menos (como el ir y venir al hotel, lento y tedioso) pero compensaron por la vida en Nantes. Esta vez tocaba el Graspop, y no era para menos. La verdad es que tenía muchos grupos marcados en rojo.
Así que, junto con el Sr. A y varias incorporaciones de última hora pude disfrutar del Graspop. Al final todo es “barbarizar” unos días. Disfrutar de la música y de la compañía. Y ya de paso disfrutar de música en directo, una de esas cosas que llevan conmigo desde que yo soy yo.
No todo son nombres, Kiss, Korn, Judas Priest, In Flames, Alice Cooper, Slipknot, Ensiferum, Slash, Sonata Arctica, Marilin Manson, Five Finger Death Punch, Airbourne, Scorpions, … Al final es la música en vivo. Los pequeños momentos.
Desde llegar por la mañana y tumbarte al sol belga. Hasta disfrutar con grupos que nunca habías escuchado como Equilibrium o A Day to Remember. Pasando por una Zero bien fresquita cuando ya no puedes más. O esas birras de camino al festival. O que se te arrejunten en el bungaló (existe! vale, bungalow).
De conciertos. Sonata Arctica lo peor (y con diferencia, está claro que no son la leche en directo, y que tienen cosas “raras/malas” en los últimos discos, pero de ahí a tocarlas todas…). Lo mejor. Mucho. El circo de Kiss (sí, eso), el espectáculo de Slipknot. Mi descubrimiento del Graspop, Five Finger Death Punch. In Flames (desde la distancia). Judas Priest, recordando y descansando.
Al final todo queda en un viaje al aeropuerto… y ¡siguiente aventura!